Cómo surgió la tragedia en Grecia Antigua

Para un primer acercamiento al estudio de la tragedia, los siguientes videos te van a aportar información general. Luego, para profundizar el conocimiento del tema y lograr rendir al nivel que se espera en las evaluaciones del curso, deberás leer sobre cada aspecto que aquí se sintetiza, para lo cual dispones de materiales, en este mismo blog y categoría.

El origen del teatro:

Conformación del edificio de acuerdo a los orígenes:

Orígenes del teatro

Primeros tiempos del teatro griego

 

Dialogando con il Dante

Representé el Paraíso entre nubes, predominando, en la altura, una luz que va adquiriendo claridad cada vez que se aproxima alguien, y que al observarla, se transforma en un ave. Una mujer regala rosas, símbolos de renacer, belleza y perfección. El ángel cayendo, significa la justicia, porque no aprovechó para estar en el Paraíso. Los que caen son atrapados y arrastrados por enredaderas cuyas hojas están muertas y son lo opuesto a las rosas (la perdición) hacia otro lugar oscuro, donde estar inmóvil es lo único que se puede hacer. La mujer en la oscuridad está atada con enredaderas, impidiendo que se mueva pero las espinas lastiman su cuerpo: ese lugar es el Infierno. LAURA FERRARI

El trabajo en clase con la obra magna de Dante Alighieri da lugar a que muchos adolescentes se interroguen respecto de qué puede pasar más allá de la muerte.
En este caso, los estudiantes de 5to año o segundo de Bachillerato de orientación Artística, recibieron de mi parte la consigna de expresar, en la disciplina que desearan, una visión respecto de cómo será el mundo de ultratumba. Luego, lo debían presentar frente al grupo, analizar su creación y finalmente comparar, basándose en citas textuales, con lo que habían estudiado de «La divina comedia».
Y este fue el resultado:

Elegí diseñar ropa. A la izquierda, el diseño del infierno es un vestido muy ajustado, cuello alto, mangas largas con puños, como forma de expresar la falta de libertad de movimiento. Del mismo modo, la pollera bien larga es debida a la prohibición de un derecho, igual que el pelo recogido. Los zapatos son bajos, en señal de estar en dimensiones inferiores, y el color negro, incluso con sombra detrás, refleja lo oscuro, sufrido y triste del lugar. La otra posibilidad que el ser humano puede encontrar después de la muerte es el Purgatorio, representado con un vestido amplio en la parte inferior, que da libertad y movilidad a quien lo lleva. El cuello también es alto, pero en éste modelo está abierto, debido a que al Purgatorio toda la gente llega con pecados, pero algún día su espíritu será limpiado. Los zapatos altos le dan superioridad espiritual en relación al Infierno. El fondo del vestido es blanco por la pureza y el brote de enredaderas de la falda es justamente el renacer de la esperanza. VALENTINA TEXEIRA

Con las fotos que elegí, representé mi idea: una persona, cuando muere, si no ha cumplido todos los propósitos por los que llegó a la Tierra, volverá a nacer una y otra vez hasta cumplir todos. En cada vida, pagará lo malo que haya hecho en sus vidas anteriores. Por eso en la foto de la izquierda hay un recién nacido, seguido por todas las vidas que tendrá. Una vez que todas sus metas se hayan cumplido, ingresará a lo que Dante llama "Paraíso", y que representé con la foto de la derecha, donde se entra hacia la luz. SOFÍA MALGOR

Con las fotos que elegí, representé mi idea: una persona, cuando muere, si no ha cumplido todos los propósitos por los que llegó a la Tierra, volverá a nacer una y otra vez hasta cumplir todos. En cada vida, pagará lo malo que haya hecho en sus vidas anteriores. Por eso en la foto de la izquierda hay un recién nacido, seguido por todas las vidas que tendrá. Una vez que todas sus metas se hayan cumplido, ingresará a lo que Dante llama "Paraíso", y que representé con la foto de la derecha, donde se entra hacia la luz. SOFÍA MALGOR

En este collage represento al Infierno, en el cual predomina la oscuridad, excepto en algunas partes donde los condenados arden en llamas. Están aquí las personas que han hecho mucho daño, y excepto por el fuego, todo lo que hay son torturas psicológicas porque pienso que no hay peor castigo que vivir envidioso, sentir dolor espiritual, soledad y vacío. Junto con guerras y armas está el dinero, porque hace que las personas se transformen y cambien su forma de ser y de pensar. Hay un ojo llorando sangre que representa el dolor del alma. Es un lugar sin arte. FLORENCIA MACEDO

El Paraíso es un lugar cálido, donde predomina el color, la naturaleza, la música, el amor, la diversión, la alegría y la tranquilidad. Es un lugar con arte. La gente no se ve entre sí porque va sólo el alma, pero se siente la presencia de los otros por el amor. No hice Purgatorio porque no creo que haya. La gente en su vida hace bien y mal, pero si se arrepiente del mal y lo remedia, se salva. Cada uno decide dónde quiere estar. FLORENCIA MACEDO

Después de la muerte no hay un dios, sino un lugar en blanco. La gente va construyendo con su mente lo que va a encontrar más allá, y qué castigo o qué premio recibirá. Dante se basaba en temas de la Antigüedad y yo tomé el círculo como símbolo de lo perfecto. Pero no es un círculo completo, porque lo humano no es perfecto. Las formas laterales son ideas de lo que cada uno fue creando en su mente que encontraría en el más allá, y cada idea tiene proyecciones. Lo que Dante escribió también fue una idea y por lo tanto el más allá de Dante también estaría aquí en alguna forma, con sus proyecciones. Hay una infinidad de reinos, cada uno, al morir, empieza a transitar por aquí y reconoce su puerta. Pero ningún lugar es eterno: una vez que se purifiquen, las almas regresan a la Tierra. IGNACIO RIVERO

La imagen central es una calavera, especie de diablo, que hice a partir de una historia que en la infancia mi madre me contaba y que dice que el diablo es una calavera loca, que cuando una persona hace algo malo o que produce mucho daño, cuando llega su muerte, la calavera loca lo va a buscar y lo tira de los pies arrastrándolo a un lugar donde pagará por toda la eternidad el daño causado. En ese lugar hay llamas y espinas, murciélagos y tumbas que tienen que cargar los condenados. DARÍO VILLARREAL

Luego hice el Paraíso. No incluí Purgatorio porque para mí el Purgatorio no está después de la muerte sino que el Purgatorio es éste: es la vida. Para ilustrar el Paraíso me basé en el principio de que es un lugar de luz, y como en el Canto XXXIII ("Paraíso") de la obra de Dante habla de una mujer (María), hice a esta mujer con alas, lo que la hace superior, no es como una mujer común, sino elevada. DARÍO VILLARREAL

Viñeta 1: Llega el momento de la muerte, que será una etapa de reflexión para el alma.

Viñeta 2: Cada uno piensa sobre lo hecho en vida y elige cuál camino le corresponde tomar, entre varios posibles.

Viñeta 3: A medida que se recorre ese camino, se olvida toda la vida anterior, y al finalizarlo, se reencarna en otra vida que está por surgir. MELISA BRITOS

Texto y contexto

A la hora de entender y analizar en profundidad un texto literario, es necesario tener en claro, como punto de partida, una serie de aspectos, tanto del texto como del contexto.

Aquí tienes una guía de la información imprescindible a obtener y aprender:

SOBRE EL TEXTO:

  • Género literario y subgénero
  • Estructura externa (partes de que está compuesto: cómo fue dividido por el autor –se aprecia en el índice–)
  • Estructura interna (momentos por los que pasa el desarrollo del texto)
  • Contenido (determinación del tema si se trata de un poema, del argumento si es una obra narrativa, del conflicto si es de género dramático)
  • Trascendencia en su tiempo y más allá de su época
  • El original y su traducción: ¿mantiene la traducción que estoy empleando la misma forma que el original? ¿Qué cambia?
  • ¿Con qué propósito fue creado?

ACERCA DEL CONTEXTO:

  • Ubicar la obra en el tiempo: saber el año y por lo tanto el siglo en el cual se creó. Conocer las características de la época a la cual corresponde ese texto. Si está enmarcado en una corriente, escuela o movimiento literario, poder mencionarlo y saber sus características más destacadas.
  • Ubicar la obra en el lugar
  • Conocer al autor, respondiendo a estas preguntas:
  • ¿Es anónimo? ¿Tiene nombre real, seudónimo? ¿Su nombre aporta algún dato?
  • ¿Dónde y cuándo nació? ¿Qué formación tiene? ¿En qué lengua escribe? ¿Con qué cultura? ¿Qué le influyó? ¿A qué se dedica? ¿Qué ideología profesa? ¿Qué opiniones tiene? ¿Milita en algún partido político, religión o asociación?
  • ¿Qué otros textos suyos trascendieron? ¿A qué género pertenecen? ¿Fueron anteriores o posteriores al que trabajaremos? ¿Qué propósito perseguían?
  • ¿Cómo valora la sociedad a este autor? ¿qué se piensa de él o ella? ¿Por qué se destaca?

 

Apoyo a la información sobre «Quijote»

He aquí algunos enlaces de interés, imágenes y otros datos que pueden complementar tu información previa al trabajo con el texto:

Biografía de Miguel de Cervantes Saavedra

Don Qujote vestido de diario

La armadura y las armas

Vestimenta de Sancho Panza

Indumentaria de una dama de la época

Indumentaria de un caballero de la época

La casa, y un plano

ESCUCHA leer la obra, mediante este audiolibro.

Cuestionario sobre «Hamlet» de William Shakespeare

ATENCIÓN: En base al siguiente cuestionario, realizaremos la prueba oral, evaluando tus conocimientos sobre la obra “Hamlet” de William Shakespeare. Estudia todo lo que hemos trabajado en clase, relee el texto y familiarízate con el mismo, para poder fundamentar tus respuestas. Tendrás entre dos y tres minutos para exponer sobre la pregunta que te haya tocado por sorteo.

1)     Las tragedias de Shakespeare son de carácter. Explica, fundamentando tus dichos en el texto, cuál es el carácter de Hamlet y por qué eso lo lleva a la tragedia.

2)     Basándote en el texto, explica por qué se puede sostener que Hamlet finge su locura.

3)     Basándote en el texto, di por qué se puede afirmar que Hamlet no ama a Ofelia.

4)     Aplica la definición de tragedia a “Hamlet”.

5)     Cita y explica momentos concretos de distintas partes de la obra en los cuales quede demostrado el carácter egotista de Hamlet.

6)   Destaca, basándote en el texto, los rasgos salientes de la personalidad del antagonista.

7)  Basándote en nuestro eje temático «mandatos y elecciones de vida», expresa, a partir de distintos momentos del texto, qué mandato ha recibido Hamlet, qué dice que va a hacer respecto del mismo y qué hace en definitiva, es decir, cuál fue su elección de vida.

8) Contrasta los caracteres de Hamlet y la protagonista de la tragedia griega vista en clase, sus decisiones, cómo se comportan en relación a los mandatos recibidos y qué elecciones de vida hacen.

9)     Explica qué técnica seguía Shakespeare para mantener a la totalidad del público expectante a pesar de la diversidad de intereses de los mismos. Busca ejemplos de escenas que así lo demuestren.

10) Caracteriza a la reina, y basándote en distintos actos de la obra, muestra por qué su carácter la llevó a la tragedia.

11)  Analiza la comparación que hace el propio Hamlet entre su forma de ser y la del primer actor del grupo que arriba a la corte de Dinamarca. Explica en qué incide la personalidad del príncipe para su fin trágico.

12) Cita momentos de la obra que demuestren cómo se puede ambientar una escena a través de la palabra. Explica qué otros recursos (efectos especiales) se empleaban en el teatro de Shakespeare.

13)   Compara, basándote en citas del texto la personalidad de Hamlet con la de Laertes.

14) ¿Qué habilidades crees que tendría que tener un actor que encarne a Hamlet? ¿Por qué? Cita distintas escenas donde deba demostrarlas.

15)  ¿Qué significa en el contexto de la obra “Ser o no ser: ésa es la cuestión”? ¿Por qué crees que esa cita es tan conocida universalmente?

16) Caracteriza a Polonio, citando diversos pasajes en los cuales interactúe con su hija, con Hamlet, con el rey. ¿También a él su carácter lo llevó a la tragedia?

17)   Analiza, en base a lo que se dice y lo que se hace por parte de los personajes, la relación entre Hamlet y Ofelia: desde sus comienzos hasta el suicidio de Ofelia y la intervención de Hamlet en el momento del entierro.

18)   Basándote en el texto, caracteriza a Ofelia. Explica por qué ella es otro ejemplo de cómo el carácter de una persona la puede llevar a la tragedia.

19)   Cita momentos de la obra en los cuales se pueda notar la oposición de los caracteres de Hamlet y del rey Claudio. Demuestra cómo se manejan uno y otro en cuanto a las cuestiones que tienen por delante.

20)   Explica en qué consisten los recursos del monólogo y del aparte. Da por lo menos dos ejemplos de la obra. Especifica qué importancia tienen para ese momento de la representación por un lado, y para las tragedias de carácter por otro.

21)  Elige una escena en la cual sea notorio que Shakespeare trabajó para cautivar a los mosqueteros y otra propia del gusto del público de las galerías superiores. Fundamenta tu respuesta.

22)  Elige tres ejemplos de distintos momentos de la obra en que se vean las formas de Hamlet para fingirse loco. Busca también pasajes que demuestren su ironía y la crueldad de la que es capaz cuando habla a quienes le disgustan.

Carpe diem

En este video, que repasa una de las escenas clave de la película «La sociedad de los poetas muertos», protagonizada por Robin Williams, tienes la esencia de lo que comprende el pensamiento de Horacio, cuando expresa a su amiga Leucónoe (en la oda a ella dedicada), que no se preocupe por conocer el futuro, sino que aproveche el día:

Relájate y crea

El potencial creativo de cada persona, cualquiera sea, puede ser acrecentado, sin techo, a través de una serie de técnicas. Existe, eso sí, una cierta inhibición a la hora de animarse a crear, a generar, a proponer. Tenemos temor al ridículo, a equivocarnos, a ser rechazados por nuestras ideas, o quizá hasta etiquetados de algún modo que nos disguste.

No obstante, trabajando de una manera consecuente, nuestra faceta creativa crecerá y estaremos satisfechos de los cambios que podemos hacer en nuestra propia vida y los aportes que llegaremos a incorporar en nuestro trabajo, o los nuevos trabajos que seremos capaces de encarar a partir de ella.

Hay un sitio en internet por excelencia para aprender y ejercitar la creatividad y es http://www.neuronilla.com. Pero también te recomiendo, una vez que vayas a ponerte en función de esta tarea, que te entregues a este video: vale la pena.

Introducción al teatro griego

(Apuntes de ‘»Prometeo encadenado», de Esquilo’, de Tabaré Freire; «Las representaciones dramáticas en Grecia», Casa del Estudiante)

ORIGEN: el origen del teatro griego está en el ritual dionisíaco, ya que el ditirambo es el himno del dios Dionisos, en cuyo honor existió un vasto movimiento religioso, con la característica de ser una religión catequizadora y violenta. Dionisos, dios de la vegetación y de la vid, exige una absoluta sumisión de sus fieles, y estos, por su parte, buscan consustanciarse con la divinidad, ser poseídos, a través de actos rituales en los que están presentes la danza y los sacrificios sangrientos.

Dionisos siempre aparece acompañado de figuras femeninas, junto a las cuales van los sátiros y silenos, figuras masculinas que se presentan desnudas, como el propio dios. En recuerdo de ellos, más tarde, el coro ritual del ditirambo se cubrirá con piel de cabrito, recordando su naturaleza de sátiros. Para imitar el cortejo del dios, los fieles ejecutan precisamente ese himno llamado ditirambo, en la época de cultivo de la vid y la fabricación del vino.  

El sacrificio y la festividad que implica el culto a Dionisos se refleja en la forma de la tragedia, ya que al presenciarse en este tipo de obras el ejemplo de un ser humano que por su desmesura fue castigado por los dioses, se recibe un ejemplo de purificación.

EVOLUCIÓN: A fines del siglo VI AC el ditirambo es incorporado a las celebraciones oficiales de la ciudad; se instauran los concursos de ditirambos y se crean los cargos de maestros de coros, los que se integraban con 50 coreutas. Consisten en actos en los que un recitante improvisa y un coro danza en medio de exclamaciones rituales. Junto a este, ditirambo lírico, se desarrolló el ditirambo dramático religioso, consistente en un dialogado entre el recitante y el coro, considerados uno como encarnación de Dionisos y los otros como el cortejo de sátiros del dios. Usaban disfraz y máscaras, de tal manera que el espectador se hacía la ilusión de tener frente a sí al propio dios y su cortejo: eran actores. Este es el germen del que nacerá la tragedia. 

El paso siguiente fue incorporar al ditirambo dramático religioso temas profanos, motivos de la leyenda heroica. En este momento el coro pierde su caracterización de sátiro para adoptar la humana. Se inicia el ditirambo dramático heroico, en tanto los sátiros dan origen al llamado drama satírico, integrado exclusivamente por estos personajes.

La unión de la tragedia con la religión dionisíaca se mantiene no sólo por el sentido y origen, sino porque quedó vinculada a la festividad del dios.

Hasta Esquilo,  la tragedia era una sucesión de momentos corales y monólogos del actor, o diálogos de este con el coro. Esquilo introdujo un segundo actor (deuteragonista) y finalmente Sófocles incorporó un tercer actor (tritagonista).

En este video puedes apreciar los orígenes del teatro en Grecia

ESTRUCTURA EXTERNA DE LA TRAGEDIA GRIEGA

Prólogo: a cargo de un personaje, que, comúnmente, no vuelve a aparecer en la obra. Puede ser un monólogo o un diálogo, que presenta los datos básicos para entender la situación en la que se ambienta la acción de la obra.

Tiene la finalidad de:  a) determinar la parte del mito o leyenda dramatizada en esa obra; b) fijar el tiempo y lugar de la acción; c) dar una orientación sobre los sucesos que se observarán; d) crear el clima espiritual y afectivo en el espectactador.

El prólogo elimina la expectación. El dramaturgo griego no tiene la intención de crear curiosidad en el espectador, que por otra parte ya conoce a través de las narraciones épicas la historia que se representará. Las finalidades de la tragedia griega son otras, como se verá más adelante.

Párodos: entrada del coro, justamente por los pasillos del anfiteatro (de donde toma esta parte su nombre) hasta ubicarse en la orkestra (esta palabra tiene su raíz en la acción de danzar, y en su centro tiene un altar para Dionisos), que es donde permanecerá pasaje complementario del prólogo.

El coro entra en procesión detrás del corifeo (el integrante de mayor rango; jefe del coro) y el flautista, cuya música va marcando el ritmo de la marcha. Esquilo redujo la cantidad de coreutas, de 50, pasó a usar 12, y también cambió su disposición en la orkestra, donde se solían ubicar en forma semicircular, pero pasaron a ponerse en línea, de frente al escenario y de espaldas al público.

El coro entraba siempre por la derecha del espectador, pues de acuerdo a una convención inspirada en la ubicación del teatro de Dionisos en Atenas, por ese lado entraban los que venían de la ciudad y por la izquierda los que procedieran del campo o del extranjero. (Esta convención es válida para la skené, que tiene tres puertas: la del centro corresponde al edificio ante el cual ocurre la acción, la derecha para los que provienen de la ciudad y la de la izquierda para los que vienen del extranjero).

La finalidad del párodos, es identificar la personalidad del coro; justificar, por lo que dice, su presencia en el drama y adelantar su posición afectiva y espiritual respecto de los personajes de la tragedia.

A través de los comentarios que se incluyen en este pasaje, el espectador queda plenamente situado.

Episodio: A cargo de actores, empieza a desarrollar la acción dramática. Los actores, en escena, dialogan entre sí o con el corifeo (éste en representación del coro). Los episodios se irán alternando con las estásimas en número de cuatro o cinco por obra.

Cada episodio es momento de desarrollo de la acción dramática. En ellos se produce el agón, o lucha, que es esencial para la existencia de un drama. Por eso los actores se llaman agonistas (los que luchan contra un conflicto) y el principal de ellos protagonista (principal luchador).

Estásima: Es la parte de la tragedia en la cual el coro canta sin moverse de su sitio. Estas intervenciones constan de estrofas y antiestrofas en las que se desarrollan ideas contrastantes. El tipo de danza que acompaña esta parte depende del contenido, de si es grave o doloroso, o bien un momento de alegría.

En la estásima el autor expone sus propias ideas, explicando los fundamentos ético-religiosos que enjuician las acciones de la escena y a los personajes mismos.

Son pausas en el desarrollo de la acción, destinadas a la meditación y a que el espectador descanse de la tensión emotiva provocada por los acontecimientos representados en los episodios.

Durante su ejecución, salvo que exista una indicación escénica en contrario, los actores permanecen en el escenario.

(Se van sucediendo desde aquí, episodios y estásimas).

Éxodo: Terminada la acción, el coro se retira de la misma manera en la que entró. A veces el corifeo recita los versos finales mientras sale el coro; otras, el coro se queda para cantar la última estrofa al unísono y también se da en ocasiones que cante dividido en dos semicoros. La salida del coro marca el fin de la obra.

Una obra contiene por lo tanto los siguientes momentos:

Prólogo

Párodos

Episodio

Estásima

Episodio II

Estásima II

Episodio III

Estásima III

Éxodo

Puede variar el número de los episodios con sus correspondientes estásimas.

Las representaciones trágicas:

El actor debía trasmitir todo a través de la palabra, ya que la mímica y gesticulación facial estaban impedidos por la máscara y las grandes vestiduras.

El actor necesitaba a veces hablar normalmente pero también recitar rítmicamente y cantar, de modo que tenía que ser muy eficiente para lograr pasar rápidamente de una modalidad a otra, de acuerdo a las exigencias de la obra. Esto motivó a que los actores se especializaran y por lo tanto eran actores de comedia o de tragedia: no de las dos.

El actor usaba un traje y una máscara. Su larga vestidura iba acompañada por un manto que ayudaba a reconocer los personajes, ya que los reyes usaban manto púrpura, las reinas blanco, los adivinos manto de lana, etc. Acompañaba la caracterización el uso de cetro en caso de los reyes, bastón los adivinos y pastores, rama de olivo los mensajeros. La máscara aumenta la estatura del actor mediante una prolongación de la frente y cabellos hacia arriba; la abertura correspondiente a la boca hacía un efecto de amplicación de la voz, como un megáfono. El color de los cabellos de la máscara indica la edad del personaje.

Su calzado, llamado corturno, era como un borceguí con plataforma, que elevaba el personaje en forma proporcional a su estatura moral.

A partir del siglo V, ser actor fue en Grecia una profesión. Por el carácter religioso de las representaciones, el actor estaba libre durante el período de las fiestas dionisíacas y también el que insumía preparar el espectáculo, de toda prestación de servicio al Estado, incluso el militar, ya que su persona era considerada adscripta a Dionisos.

Los actores se reunieron en sociedades de carácter profesional y religioso, alcanzando una cierta influencia bajo la protección de su dedicación a las festividades religiosas, por lo que fueron llamados «parásitos de Dionisos».

Concursos:

En Atenas se hacían representaciones dramáticas tres veces al año, en ocasión de las fiestas dionisíacas:

-Dionisíacas urbanas o grandes dionisíacas

-lenéas o lenianas

-dionisíacas rurales.

Las más grandes y brillantes eran las primeras, las dionisíacas urbanas, que se celebraban en primavera y a las que acudían personas de todo el mundo helénico. En tal ocasión se hacían concursos de coros ditirámbicos, de tragedias y de comedias. La fiesta duraba seis días. Los concursos eran organizados por el Estado.

Desde el siglo V se fijó que las Dionisíacas urbanas tuviesen tres competidores. Lo normal era que cada uno presentara una trilogía más un drama satírico (conformando de ese modo una tetralogía).

El edificio:

En este vínculo, tienes detalles de su forma y partes. Visítalo y luego seguimos conociendo detalles del teatro griego.

Al ser completamente descubierto, este edificio permitía representaciones solamente en pleno día y cuando el tiempo estaba bueno.

Su forma también nació del ditirambo, pues en aquel himno la muchedumbre hacía un círculo alrededor de los danzantes. De ahí se derivó la forma circular de la orkestra, a la cual se adicionan las demás partes.

Los griegos usaron diversas máquinas para las representaciones. Por ejemplo, ecclicema es una plataforma visible que se movía desde una de las puertas del fondo, transportando desde el interior de la habitación (que no era visible para el público) hacia el exterior, al matador inmovilizado y a las víctimas a sus pies. (En el teatro griego las muertes no se representaban a la vista del espectador, para respetar la regla del buen gusto).

El mecano era una grúa que enganchaba al personaje y lo hacía «volar»; servía para representar la aparición de monstruos, caballos y carros alados, descenso de divinidades, etc.

Se hacían efectos de sonido como truenos, tirando piedras a un recipiente de bronce y visuales, como relámpagos, agitando vivamente antorchas.

El público: El espectáculo dramático en Atenas comenzaba desde el alba. Las mujeres, especialmente las más honrables y cultas, asistían a las tragedias. Las comedias, de subido tono y escaso pudor, es probable que no tuvieran casi público femenino, con excepción de cortesanas y vulgares, pero lejos de tener la asistencia prohibida, la representación formaba parte del culto a Dionisos, así que se supone que las mujeres iban.

El público se ubicada de acuerdo a las tribus a las que pertenecían los asistentes (eran 10), en cada sector de acuerdo a su rango, y es probable también que de acuerdo a su sexo (mujeres junto a las demás mujeres, y hombres por su parte). cada espectador recibía a la entrada una tarjeta con letras que indicaban la sección en que se debía ubicar. Se pagaba entrada pero también existieron subsidios a los pobres para que no se perdieran la fiesta.

De una lista de nombres depositados en diez urnas correspondientes a las diez tribus, se elegían diez jueces sacando al azar un nombre de cada urna. Estos emitían su voto, pero luego,. también por azar se elegían sólo a cinco y de acuerdo a esta segunda instancia se daba el veredicto. Se premiaba al autor ganador y al protagonista ganador (podían ser de obras diferentes). Esquilo ganó dos de cada tres veces que concursó.

Autoevaluación

Aquí hay una ficha de autoevaluación, que te puede ser muy útil para regular, como estudiante, la marcha de tu proceso de aprendizaje, desde tu punto de vista.

Al terminar con un tema o unidad, podrías tomarte unos minutos y completar la misma. Es una especie de test, para posicionarte respecto de cómo encaminar, en adelante, tu trabajo.

Si te preguntas el porqué de sus distintas partes, se deben a que:

1) reconocer qué fue lo que a uno le gustó no solamente da un inicio positivo a la tarea, sino que ayuda a admitir que el aprendizaje siempre conlleva algo placentero; si no encuentras nada de nada que en toda una unidad te haya gustado, ¿no cabría preguntarte si realmente pusiste tu mente en esos contenidos?;

2) identificar lo que más te cuesta y lo que no lograste hacer bien, es el primer paso para comenzar a solucionar el problema;

3) hecho el diagnóstico, hay que buscar las estrategias para remediar y encaminarse en un hacer cien por ciento a favor del propio proceso de aprendizaje. No olvides que tu rol debe ser siempre proactivo, ocuparte de buscar y encontrar las soluciones que necesites, así que revisa qué es lo que no estás haciendo correctamente y finalmente, busca ayuda con tu profesor/a, que al ir ya con una cuestión concreta, seguro que encontrarás las soluciones.

¡Suerte!

«Como tirar contra la muerte»

Dice Juan Gelman en uno de sus poemas titulado “Arte poética” que escribir versos es ”como tirar contra la muerte”.   Vaya si es acertada la comparación. ¿A quién se le ocurre que puede morir un poeta? Los versos de Idea y los versos de Mario fueron saetas certeras y dieron en nuestro blanco. Compartamos entonces sus poemas y sigamos asestándole golpes duros a la que pretende impornernos despedidas:

                                              Hagamos un trato 

Compañera 
usted sabe 
puede contar 
conmigo 
no hasta dos 
o hasta diez 
sino contar 
conmigo 

si alguna vez 
advierte 
que la miro a los ojos 
y una veta de amor 
reconoce en los míos 
no alerte sus fusiles 
ni piense qué delirio 
a pesar de la veta 
o tal vez porque existe 
usted puede contar 
conmigo 

si otras veces 
me encuentra 
huraño sin motivo 
no piense qué flojera 
igual puede contar 
conmigo 

pero hagamos un trato 
yo quisiera contar 
con usted 

es tan lindo 
saber que usted existe 
uno se siente vivo 
y cuando digo esto 
quiero decir contar 
aunque sea hasta dos 
aunque sea hasta cinco 
no ya para que acuda 
presurosa en mi auxilio 
sino para saber 
a ciencia cierta 
que usted sabe que puede 
contar conmigo.

                                                     Mario Benedetti

 

 

 

 

Lo que siento por ti

Lo que siento por ti es tan difícil.
No es de rosas abriéndose en el aire,
es de rosas abriéndose en el agua.

Lo que siento por ti. Esto que rueda
o se quiebra con tantos gestos tuyos
o que con tus palabras despedazas
y que luego incorporas en un gesto
y me invade en las horas amarillas
y me deja una dulce sed doblada.

Lo que siento por ti, tan doloroso
como pobre luz de las estrellas
que llega dolorida y fatigada.

Lo que siento por ti, y que sin embargo
anda tanto que a veces no te llega.

Idea Vilariño

 

 

Para empezar a trabajar con la Biblia

La Biblia es el libro más difundido del mundo. Si bien es un texto religioso (hay personas que consideran a su contenido como sagrado, inspirado por Dios a sus escritores), contiene una serie de normas de conducta e ideas, que están presentes en la moral y hasta en las leyes de prácticamente todo el mundo occidental. Por eso consideramos a este libro como un pilar de nuestra cultura. Seguir leyendo «Para empezar a trabajar con la Biblia»

Consignas para trabajar con Lucrecio

Consignas para el abordaje de la lectura complementaria de la Unidad 1

Lee detenidamente este pasaje del libro de Lucrecio, «Rerum Natura» («De la naturaleza de las cosas»), subtitulado «Tranquilidad del alma»:

“Grato ha de sernos contemplar desde la playa el vasto mar agitado por el aquilón[i] y presenciar desde la tierra la desesperada lucha que el náufrago sostenga con la tempestad, no porque gocemos con el infortunio ajeno, sino porque nos consideramos libres de peligros, que tan próximos vemos. También será grato asistir desde lejos, sin temores ni zozobras, a las contiendas inhumanas de dos ejércitos que en el campo se destrocen. Pero todavía ha de ser más agradable estar en posesión de las doctrinas de los pensadores, y observar serenamente desde esas alturas del saber las agitaciones de los hombres que sin guía buscan a tientas los caminos del bienestar, y para hallarlos pretenden supremacías de nobleza o distinciones de genio y pasan días y noches entre afanes e inquietudes que les permitan acumular riquezas.

¡Oh ciegos y desgraciados hombres! ¡Entre cuántas densas tinieblas y entre cuántos inútiles tormentos consumís vuestra rápida existencia! ¡Ay! No sabéis cuál es el precio al que la naturaleza concede la felicidad: el cuerpo libre de sufrimientos, el alma tranquila y la ausencia del error.

Y sin embargo la naturaleza proveyó a nuestras necesidades, nos permite gozar placeres con poco esfuerzo, y nos preserva de muchos dolores. ¿No consiste la riqueza en nuestras propias satisfacciones? Si no disfrutas de festines nocturnos alumbrados por lámparas igníferas sostenidas en la mano derecha por estatuas juveniles; si en tu casa no brilla el oro ni resuena en doradas bóvedas el sonido armonioso de las cítaras, aun así podrás tener alguna dicha si te decides a disfrutar de la frescura de las hierbas junto al río, a la sombra de los árboles dadivosos de goces que nada cuestan; y principalmente en los risueños prados, cubiertos durante la primavera de matizadas florecillas. Lo mismo inquieta la fiebre ardiente de ambición al rico potentado que vive entre púrpuras y riquezas que al infeliz que yace tendido en burdo lecho.

Si el fausto[ii], la opulencia y las distinciones sociales no preservan de dolores a nuestro cuerpo, ¿darán la felicidad a nuestra alma? No, no. Aunque tengas innumerables ejércitos extendidos por la campiña y cobijados por amplias banderas, y aunque dispongas de numerosa escuadra esparcida por dilatados mares, las preocupaciones del fanatismo no huirán de tu ánimo amedrentado ni la idea de la muerte y sus terrores dará sosiego a tu corazón”.

(Traducción copiada del libro “Poetas Latinos”, Louis Michaud, Enciclopedia Literaria Ilustrada)

1) Refleja de un modo sintético (no más de 70 palabras) lo que interpretaste del pasaje leído del libro “De la naturaleza de las cosas”, de Lucrecio.

2) Redacta un texto de aproximadamente 200 palabras, en el cual parafrasees a Lucrecio, pero reflejes en los distintos aspectos del desarrollo del tema aspectos y cuestiones propias de nuestro tiempo. Créale un título a tu texto.

3) Busca y trae a clase por lo menos un texto cuyo origen puede ser un mensaje de correo electrónico, la letra de una canción, otra creación literaria, un artículo de prensa o una enseñanza que alguien haya dado, cuyo significado sea muy similar al que tiene esta lectura.

4) Relaciona el contenido de lo que has conocido de este autor con la tragedia griega estudiada en clase, recordando que ambos textos cumplen con la función didáctica: explicita qué enseñó el autor trágico estudiado a través de la obra trabajada y qué enseñó Lucrecio en este caso, para concluir expresando qué piensas tú al respecto de todo lo leído y analizado de la Literatura de la Antigüedad griega y romana.

La poesía didáctica de Lucrecio

La poesía didáctica es un subgénero de la épica (como la epopeya), cuya definición no se concibe por su forma, sino por su finalidad: su misión específica es instruir. Su objeto no es el mito o las hazañas heroicas, sino la «verdad». Se escribía en hexámetros, verso de ritmo sencillo, que permitía memorizar fácilmente (aún más que la prosa) las diferentes enseñanzas.

En ella, el poeta es el maestro que vierte enseñanzas a los destinatarios de la obra, que se convierten en algo así como sus alumnos.

Lucrecio:

La poesía de Lucrecio es un reflejo de la crisis que sufre la religión romana cuando entra en contacto con las divinidades orientales y el escepticismo griego. En efecto, intenta descubrir la apariencia y la razón de ser del mundo, pero no en sí mismo, sino para liberar al hombre del miedo a través del conocimiento:

  • del miedo a los dioses, «que no existen», y
  • del miedo a la muerte, «que es su parte natural».

En su opinión, es la ciencia y no los dioses, quien debe liberar al hombre de sus angustias y supersticiones. Siguiendo, pues, la doctrina de Epicuro que se basaba en el atomismo materialista de Leucipo y Demócrito (siglo V a.C.), explica la naturaleza de las cosas prescindiendo por completo de la mediación divina.

La doctrina de Epicuro (342-275 a.C.) es el mensaje de salvación anunciado: el universo que debe inspirar admiración, se hacía arbitrario e inexplicable y los hombres sufrían como víctimas de sus propias fantasías. Es de capital importancia para Lucrecio hacer desaparecer las supersticiones y fanatismos: es docente y médico de almas, y, por encima de todo, poeta.

Lucrecio estudia el cosmos, pero es sólo un paso previo para el estudio del hombre y para que éste saque el máximo provecho de los bienes de este mundo. La liberación se logra sabiendo que todo el mundo es perecedero y la felicidad se encuentra en la vida sencilla, libre de pasiones y de otras inquietudes del alma. Estudia la percepción y los sentimientos humanos y considera al hombre compuesto de cuerpo y alma, si bien piensa que el alma es mortal, al contrario que los átomos que componen el mundo. En este sentido es el más freudiano de los poetas latinos, pues tocó temas como:

  • el funcionamiento de la mente humana,
  • la explicación de los sueños,
  • la sexualidad humana y
  • los efectos psicológicos del miedo y la inseguridad.

Para Lucrecio, el que supere la religión se convierte en el fundador de otra religión: la razón; y en ésta, el temor a la intervención divina en este mundo y al castigo tras la muerte es totalmente infundado, pues el mundo y todo lo que hay en él (el alma y el cuerpo, naturalmente) es material y está regido por las leyes mecánicas de la naturaleza. El poema de Lucrecio no es un simple ataque a la religión popular, por más que ésta supusiese la manipulación de las clases altas sobre el pueblo y el miedo a la condena eterna o a la superstición, sino que su objetivo es mucho más amplio e importante: ataca toda una forma de ver el mundo en términos teológicos, de explicar sus movimientos y su misterio como testimonio de la intervención de un poder superior.

Estructura y contenido de la obra Rerum Natura (“De la naturaleza de las cosas”)

Al pretender exponer la física de Epicuro en un solo poema, se vio condicionado en la elección de la forma, por medio de una obra extensa. Lucrecio llevó a cabo la renovación del género, abandonando la forma menor del poema didáctico por la obra a gran escala. Con sus seis libros, perfectamente sopesados y medidos, cada uno de ellos equivalente en extensión a un poema didáctico griego de los que habitualmente se componían, confirió a la poesía didáctica unas dimensiones cercanas a las de la epopeya.

El poema (7.415 hexámetros) se divide en seis libros, agrupados de dos en dos, y todos comienzan con un elogio a Epicuro. Resaltan también en la estructura las digresiones que a menudo se independizan del cuerpo del texto. Los tres bloques temáticos se agrupan en tomo a las siguientes ideas:

  • Primer Bloque: Los libros I y II tratan de la naturaleza de los átomos y sus propiedades, de las leyes de la caída y de los choques entre los átomos que producen la energía. Cabe también resaltar que el poema comienza con una soberbia invocación a Venus, diosa de la vida creativa, siendo un canto al poder fecundo de la naturaleza que propaga y conserva la vida en el mundo y cuyo culto debía servir de asunto al poema. Del mismo modo se le solicita que conceda inspiración al poeta y paz a Roma.
  • Segundo Bloque: Los dos libros centrales se ocupan de la naturaleza humana y sus componentes: el alma y el cuerpo. Explica su teoría de la «fisiología sensorial», diciendo que los átomos hieren los sentimientos produciendo sensaciones, y por tanto, de la misma manera que se puede combatir y superar el miedo a la muerte, también se puede combatir y superar el delirio amoroso, denunciado como el destructor del estado ideal epicúreo, esto es, la tranquilidad del espíritu.
  • Tercer Bloque: En los dos libros finales expone sus ideas sobre la totalidad del universo: tras un extravagante discurso de elogio a Epicuro, pasa revista a los fenómenos naturales y culturales. Así trata sobre cosmología, meteorología, vegetales, animales, etc. para finalmente volver sobre el hombre y la historia de la cultura humana. Concluye con un relato terrorífico sobre la peste y la plaga en Atenas (429 a.C.).

El carácter inacabado de la obra se manifiesta tanto en la manera brusca de acabar como en la repetición de bloques enteros de versos, aunque esto último bien pudiera deberse a la reiteración propia de la poesía de carácter didáctico.

Lucrecio es consciente de su propia originalidad y de la dificultad que entraña el tratamiento de un tema didáctico en poesía, y más aún en latín, sin ninguna tradición de escritura filosófica en verso. Ante el problema del vocabulario, lo que el filósofo perdió en precisión, el poeta lo ganó en claridad y energía de estilo. Para ello emplea un tono variado que va desde la sobria exposición al himno solemne. En su poema, claramente descriptivo, la elección de verbos y participios es más importante que la de adjetivos pintorescos o epítetos decorativos, porque para explicarlo que hay más allá de la superficie de las cosas, se necesitan palabras de acción.

Ya pesar de que Lucrecio no era hombre de compromisos sociales, a través de la poesía didáctica supo llegar al compromiso emocional de todo poeta (impresionar y hacerse inteligible): totalmente heterodoxo desde el punto de vista epicúreo, que no consideraba apta a la poesía para la exposición de su doctrina, supo llegar a una especie de armonía creativa en la que acertó a combinar claridad y emoción poética. Con ello alcanzó su propósito claramente manifestado en I, 34: «tocar todo con el encanto de las Musas».

Hay dos temas que sin tratarlos específicamente, preocupan en gran manera a nuestro poeta:

A) La conducta moral, cuya única guía son el placer y el dolor; entendiendo el placer como la calma que procede de la liberación del dolor, del deseo, de la preocupación y del miedo. La tranquilidad de espíritu y la capacidad de enfrentarse con serenidad a las catástrofes de la vida son reverenciadas con devoción.

B) El progreso cultural: el progresivo envejecimiento de la «physis» de la tierra se entrecruza con la línea ascendente del desarrollo de la Cultura y la Civilización. En este condicionamiento mutuo la responsabilidad del deterioro recae exclusivamente en el hombre, quien llega a perder de vista sus verdaderas necesidades, abusando de su entorno.

El canto a Venus del libro I y la descripción de la peste de Atenas al final del VI representan precisamente a manera de símbolos esta contraposición entre la belleza y majestad del mundo frente a la miseria humana, con la que el poeta no deja de sentirse solidario.

Para terminar basta con hacer una referencia a la admiración que Lucrecio suscitó tanto en su época como posteriormente.  

(Si quieres profundizar y leer el artículo completo, haz click aquí: Poesía didáctica)

El pasaje que vamos a estudiar:

Tranquilidad del alma

“Grato ha de sernos contemplar desde la playa el vasto mar agitado por el aquilón[i] y presenciar desde la tierra la desesperada lucha que el náufrago sostenga con la tempestad, no porque gocemos con el infortunio ajeno, sino porque nos consideramos libres de peligros, que tan próximos vemos. También será grato asistir desde lejos, sin temores ni zozobras, a las contiendas inhumanas de dos ejércitos que en el campo se destrocen. Pero todavía ha de ser más agradable estar en posesión de las doctrinas de los pensadores, y observar serenamente desde esas alturas del saber las agitaciones de los hombres que sin guía buscan a tientas los caminos del bienestar, y para hallarlos pretenden supremacías de nobleza o distinciones de genio y pasan días y noches entre afanes e inquietudes que les permitan acumular riquezas.

¡Oh ciegos y desgraciados hombres! ¡Entre cuántas densas tinieblas y entre cuántos inútiles tormentos consumís vuestra rápida existencia! ¡Ay! No sabéis cuál es el precio al que la naturaleza concede la felicidad: el cuerpo libre de sufrimientos, el alma tranquila y la ausencia del error.

Y sin embargo la naturaleza proveyó a nuestras necesidades, nos permite gozar placeres con poco esfuerzo, y nos preserva de muchos dolores. ¿No consiste la riqueza en nuestras propias satisfacciones? Si no disfrutas de festines nocturnos alumbrados por lámparas igníferas sostenidas en la mano derecha por estatuas juveniles; si en tu casa no brilla el oro ni resuena en doradas bóvedas el sonido armonioso de las cítaras, aun así podrás tener alguna dicha si te decides a disfrutar de la frescura de las hierbas junto al río, a la sombra de los árboles dadivosos de goces que nada cuestan; y principalmente en los risueños prados, cubiertos durante la primavera de matizadas florecillas. Lo mismo inquieta la fiebre ardiente de ambición al rico potentado que vive entre púrpuras y riquezas que al infeliz que yace tendido en burdo lecho.

Si el fausto[ii], la opulencia y las distinciones sociales no preservan de dolores a nuestro cuerpo, ¿darán la felicidad a nuestra alma? No, no. Aunque tengas innumerables ejércitos extendidos por la campiña y cobijados por amplias banderas, y aunque dispongas de numerosa escuadra esparcida por dilatados mares, las preocupaciones del fanatismo no huirán de tu ánimo amedrentado ni la idea de la muerte y sus terrores dará sosiego a tu corazón”.

(Traducción copiada del libro “Poetas Latinos”, Louis Michaud, Enciclopedia Literaria Ilustrada)


[i] Huracán

[ii] Lujo extraordinario

Introducción a Horacio

Quinto Horacio Flaco nació en Venusia, actual Italia, en el 65 a.C. y murió en Roma en el año 8 . Este poeta latino, fue hijo de un esclavo liberto, tuvo la oportunidad de seguir estudios en Roma, y posteriormente en Atenas, adonde se trasladó para estudiar filosofía.

Una vez allí, fue acogido por Bruto, el asesino de César, y nombrado tribuno militar de su ejército. Sin embargo, en la batalla de Filipos (42 a.C.) se evidenció su falta de aptitud para el arte militar y decidió regresar a Roma.

Empezó a trabajar como escribano de la cuestura, cargo que le dejaba tiempo libre para dedicarse a escribir versos. Por entonces conoció a Virgilio, quien lo introdujo en el círculo de Mecenas, donde paulatinamente ganó relevancia y afianzó la amistad con éste, quien lo presentó a Augusto. Consiguió también la protección del emperador, que incluso le ofreció el cargo de secretario personal suyo, puesto que rechazó por no adecuarse a los principios de su moral epicúrea. Personaje muy respetado en los altos círculos romanos, tanto literarios como políticos, se mantuvo siempre bajo el amparo de Mecenas, junto con quien está enterrado.

Su poesía se divide en cuatro géneros que dan nombre a sus obras: Sátiras, invectivas personales y retratos irónicos de su tiempo divididos en dos libros y escritos en hexámetros; Épodos, diecisiete poemas yámbicos de temática variada e influencia helenística, en especial de Arquíloco; Odas (Carmina), también en hexámetros; y las Epístolas, su última obra, en la que, coincidiendo con una actitud vital y literaria más calma y más propicia a la reflexión moral que a la invectiva y la sátira mordaz que caracterizaron sus obras primeras, optó por la ficción epistolar sin abandonar la escritura en hexámetros.

fuente:http://www.biografiasyvidas.com/biografia/h/horacio.htm