Cuando los nuevos estudiantes de Literatura se enfrentan a un texto escrito en verso y con vocabulario complejo, hay un ejercicio que ayuda muchísimo a la comprensión y es proceder a prosificar la poesía.
Comparto aquí la consigna presentada a alumnos de 3ero. de Ciclo Básico en relación a un poema de Rubén Darío, el texto original y una prosificación hecha por uno de ellos. En general, hubo unanimidad entre los estudiantes en que el ejercicio les permitió pasar de no entender prácticamente nada a quedar en perfectas condiciones para el análisis literario por haber logrado una perfecta comprensión del sentido.
SONATINA
–
Prosas Profanas
(Rubén Darío – 1893)
La princesa está triste… ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudoel teclado de su clave sonoro;
y en un vaso olvidada se desmaya una flor.
El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña, dice cosas banales,
y, vestido de rojo, piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las Islas de las Rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?
¡Ay! La pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar,
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo,
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte;
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real,
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.
¡Oh quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe
(La princesa está pálida. La princesa está triste)
más brillante que el alba, más hermoso que abril!
-¡Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-,
en caballo con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con su beso de amor!
Consigna
Prosifica el poema «Sonatina» de Rubén Darío, procediendo de la siguiente manera:
Deja de lado el aspecto formal y redacta de la manera más clara posible, en prosa, lo mismo que dice el texto poético sustituyendo las palabras que no te son familiares por otras que uses cotidianamente.
Prosificación hecha por Lucas Londra, 3ero. C 2013 Colegio y Liceo Nuestra Señora del Rosario:
La princesa está triste. No sabemos qué le pasa.

Suspira con su dulce boca, la cual ya no ríe, está pálida. Se encuentra sentada en su lujoso trono de oro y ya no dice nada, está muda, se siente olvidada y que nadie la cuida.
El jardín está lleno de pavos reales, a los cuales no les da mucha importancia. La dama de compañía habla mucho y dice cosas poco importantes. Al lado de ella se encuentra un payaso vestido de rojo haciendo tonterías para divertirla.
La princesa ya no sonríe, está seria mirando el horizonte con poca esperanza de que ocurra algo que ella desea mucho.
¿Estará pensando en algún príncipe? Quizá en aquel que paró con su carroza plateada enfrente de su palacio para mirar la belleza de sus ojos. ¿O en algún rey con mucho dinero, o poderoso?
La pobre princesa de boca rojiza quiere ser libre para poder elegir su futuro, como las aves, y disfrutar de la naturaleza.
Ella ya no disfruta de los lujos del palacio, se quiere ir y nunca regresar. Todos están tristes por ella, los del Norte, los de Sur, Este y Oeste.
Está muy triste porque se siente encarcelada en su lujosa casa, rodeada de riquezas que no le dan alegría y vigilada por guardias, negros con lanzas, un perro y un dragón que le impiden salir. La princesa quiere tener el coraje suficiente como para cambiar su destino. Desea que su mirada se dirija hacia donde existe un príncipe que sea más brillante el que amanecer y más hermoso que cualquier otro príncipe.
El hada madrina le ordena hacer silencio y le dice que su príncipe está por llegar desde muy lejos para enamorarla y acompañarla.
Prosificación de Lucas Souza, 3ero C 2013 Colegio y Liceo Nuestra Señora del Rosario:
¿Que tendrá la princesa que está triste, que le salen suspiros de su dulce y roja boca?
Ella está triste y deprimida, sentada en su trono de oro, ya no dice nada, ya no
habla, se siente olvidada, que nadie se interesa por ella.
Su jardín que está lleno de pavos de todos los colores ya no le llaman la
atención. La dueña del jardín dice cosas sin sentido y su payaso intenta hacerla
reír.
La princesa ya no ríe se siente sola, está creando una ilusión para huir de la realidad o creando romances inexistentes. Ella quiere ser libre, poder elegir a su amor.
La princesa esta sin alegría, no quiere el palacio y nada que esté en él porque
en ese lugar, está presa de su propia condición.
¡Pobre princesa de ojos azules que está presa bajo su fortaleza, en el cual vigilan 100 negros con sus 100 lanzas, un perro flaco y largo con orejas caídas y un enorme dragón.Llega hasta a desear una desgracia griega como si esta pudiera le pudiera dar su libertad. Quiere cambiar esta realidad pero como no puede sigue triste.Ella adora a la tierra como el príncipe que habita en ella, se convence de que su deseada libertad viene de un casamiento real y transforma a su prometido en una imagen de sueños para suplantar su prisión.
Observación final
Ella esta tan obsesionada con la búsqueda de libertad que no puede ni siquiera apreciar las bellezas del palacio, diferentes jardines en cada uno de los puntos cardinales, la majestuosidad de las columnas de mármol, la espléndida fauna y
hasta la seguridad ofrecida, ella los ve como los guardianes de su celda.
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