Permanentemente, las personas estamos expuestas a mensajes publicitarios y/o propagandísticos. En sentido estricto, publicidad y propaganda no son sinónimos. Aquí puedes encontrar sus definiciones, como punto de partida para entrar en este tema.
La publicidad se hace para convencer a quienes quedan expuestos a ella de realizar una acción, visitar un sitio, comprar un determinado producto o servicio, convencerlos de una opinión, instalar una determinada imagen de una empresa o una persona, o mejorar la que ya tienen. Como se puede apreciar en cada una de esas posibilidades, siempre lo que procura el enunciador es influir en la conducta del enunciatario, por lo tanto cumplen la función apelativa del lenguaje.
Permanentemente, estamos expuestos a estos mensajes, aunque quizá no nos damos cuenta en qué medida. He aquí un enlace para revisar ese aspecto del tema.