«Antes del desayuno», de Eugene O’Neill: imágenes conceptuales

Una vez más los alumnos de un sexto año de Bachillerato, en este caso Medicina 4 del Liceo 7, de interpretar en una imagen conceptual la esencia de la obra de O’Neill «Antes del desayuno».

Acompañaron las imágenes con descripciones que incluyen su correspondiente fundamentación en citas textuales.

Estos son algunos de los trabajos elaborados.

JULIETA ACOSTA – VALERIA LEDESMAAutoras: Julieta Acosta - Valeria Ledesma

Comenzamos a desarrollar nuestra idea plasmando en la hoja  «una mesa cubierta de hule» en la que están contenidos una taza con su respectivo platillo y una botella de ginebra.

El primer elemento hace referencia al título de la obra. Por otra parte, se encuentra deteriorado y fracturado como modo de expresar que la relación de los personajes estaba rota y no tenía acomodo.

Como tercer punto, la tasa exhibe la pobreza en la que ellos estaban sumidos. En el platillo, tratamos interpretar algunas acotaciones escénicas. Le dibujamos hojas amarronadas porque era “ un día hermoso lleno de sol, a comienzos de otoño “, al igual que tratamos de mantener una paleta de colores cálida para seguir con el tema.

En la parte de atrás, se observa una botella de ginebra, que manifiesta el alcoholismo que tenían ambos personajes: la señora Rowland “ tomó un vaso», es decir ,una buena cantidad de ginebra, «y la apura», y entre sus reproches le dice a su esposo,  Alfredo Rowland , que ella trabaja “ mientras tú haces el caballero y holgazanearspor las tabernas…», así como que solo quería dinero para derrocharlo en whisky.

Volviendo a la mesa, seleccionamos para el mantel un estampado de letras aleatorias y desordenadas, representando nuestro personaje masculino, quien era un escritor fracasado: “te pasas los días vagabundeando por ahí, escribiendo poemas y cuentos estúpidos que nadie quiere comprar «.

El ojo retratado en la taza es el de la Sra. Rowland,  poseedora de «ojos extrañamente azules». Desde él se libera una lágrima que expresa la infelicidad y frustración en la que vive: «estoy cansada de toda esta vida. Ganas me dan de irme de casa pero soy demasiado orgullosa para que sepan mi fracaso».

Se puede apreciar el reflejo del marco de una puerta, cuyo significado es que sólo conocemos a Alfredo a través de la señora, ya que a lo largo de la obra no se hace referencia a su aspecto físico. Finalizando, «hay algo que se desploma pesadamente en el suelo», lo cual connota el suicidio del señor Rowland. De ahí viene la sangre que tenía la lágrima.

Por último , ambientamos todo el dibujo con un fondo de ladrillos porque aunque en la obra no está especificado así, durante el análisis realizado en clase expresamos que la casa era humilde y que se mostraba algo abandonada por la situación económica.

 

BRUNO DÍAZ – MARCOS BELASSI 

Al momento de expresar mediante una imagen la obra  «Antes del desayuno», del autor  Eugene  O’Neill decidimos buscar la forma de poder representar la situación en la que vive Alfredo . Esto es debido a que nunca lo llegamos a ver directamente , más allá de pequeños momentos que nos indican que él está allí. Lo único que conocemos de Alfredo, además de su mano, se va dando por la descripción que hace la señora Rowland sobre su esposo. Y, por ende, nos inspiramos en mostrar la imagen que tenemos sobre el personaje masculino, según lo entendimos luego de analizar el texto. 

Los aspectos que más tomamos en cuenta al representar el dibujo son los  relativos a los sentimientos de Alfredo, su lucha interior, lo que no se muestra, pero que podemos intuir que es así. Relacionamos la sangre que fluye a través de su mano con el dolor, la situación desesperada  en que se encuentra y por ende también la liberación de sus sentimientos.

Otro aspecto que nos llamó mucho la atención fue el momento en que Alfredo decir empeñar su reloj: «¿qué hora será? Ya no podemos saberlo desde que empeñaste estúpidamente tu reloj.  Era el último objeto de valor que teníamos y lo sabías».  A esto nosotros lo interpretamos como el desinterés de él por el flujo del tiempo, vemos cómo es irrelevante el presente o el futuro para Alfredo, cosa que podemos vincular con el hecho de su repentino suicidio. De ahí nuestra representación del reloj roto cubierto por su propia sangre: el tiempo se detuvo para él,  había perdido el sentido en su vida hace mucho.

Lo siguiente en nuestro dibujo y algo que también creemos que tuvo mucho impacto en Alfredo, fue el hecho de que no pudo cumplir su meta de ser un escritor famoso como esperaba: «te la pasas La cita que no puse te pasan los días vagabundeando por ahí, escribiendo poemas y cuentos estúpidos que nadie quiere comprar».  Uno puede imaginarse la presión que tiene una persona así, que proviene de una familia de alta alcurnia, hijo único de un conocido millonario, que no lo logró llegar a su meta e incluso se encuentra en una situación lamentable para lo que cualquiera esperaría de él.

En el momento en que pensamos esto, inmediatamente se nos vino a la mente la imagen de un libro con sus páginas cubiertas por sangre; su sangre.

Por último, está el hecho de la relación que mantiene con la señora Rowland, su esposa. A lo largo de la obra, podemos observar que no es para nada sana, reiteradas rapiñas y enfrentamiento feroces entre ambos que pueden desgastar mentalmente a cualquier persona. Nuestra imagen mental sobre su relación fue la de una taza rota, fragmentada  e improductiva como su situación amorosa, que debido a la constante presión termina por ceder, rompiéndose en tantos trozos que nos costaría incluso discernir que aquello, antaño, fue una taza de té.


MICAELA LISADINI – LÍBER CÁCERES                       Elegimos poner la mirada de la señora Rowland como la principal imagen, central en el dibujo, en los cuales se inscriben los sentimientos de tristeza, confusión, desconcierto, horror y escalofrío.

Le había pasado al ver sangre previamente: «¡Por el amor de Dios! Quítate esa sangre de la cara (con escalofríos)… es horrible «. Ella nunca pudo soportar «el espectáculo de la sangre».

Es así que en sus ojos “ extrañamente azules» podemos ver reflejada la situación a la cual se tuvo que enfrentar y ver. Por eso dibujamos en ellos la puerta del dormitorio entreabierta, en la cual se puede observar cómo un charco de sangre sale por debajo, que representa el acto de suicidio que acaba de cometer su marido , tras no poder soportar la situación.

Quisimos expresar a través de sus ojos y mirada lo último que sintió, ya que estaba transfigurada de horror. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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