Una modalidad alternativa para evaluar lo aprendido al finalizar una obra es la de solicitar que se realicen imágenes conceptuales que condensen el espíritu de la misma. Si se las debe acompañar de una descripción que fundamente cada detalle incluido y que se basen los mismos en citas textuales, es posible habilitar otra forma de dar cuenta de lo que se atendió, se entendió y se vivió en torno a un texto literario.
En este caso, luego de analizar «Antes del desayuno» de Eugene O’Neill, se estableció la consigna respectiva y he aquí algunos trabajos.
En este caso, Evelyn Ifrán y Antonella Gularte, presentaron esta pintura.
Incluyo una foto de la primera página de la fundamentación, para quien quiera verificar que lo que aquí transcribo es exactamente lo que las estudiantes escribieron:
Decidimos realizar la siguiente imagen conceptual con técnica de dibujo y pintura, con el fin de sintetizar aspectos esenciales de la obra dramática «Antes del desayuno», de Eugene O’Neill.
Nuestra representación consta de cuatro elementos y son los siguientes: un ojo, una mano, una taza y una puerta. Cada uno de ellos destacan aspectos de la obra y forman metafóricamente una cadena.
El ojo representa a la mujer, ya que en la obra se la describe con «ojos extrañamente azules». De él se derrama una lágrima y la señora Rowland está dentro de ella. Se interpreta de esta forma que ella es infeliz, aunque en la obra nunca se menciona directamente que ella se ahogue en su llanto. Esto se refleja en la siguiente cita: «Estoy cansada de toda esta vida. Ganas me dan de irme a casa. Pero soy demasiado orgullosa para que sepan mi fracaso». No busca otras oportunidades para cambiar su vida e intentar ser feliz, solo se encierra en su realidad y en su ambiente.
La mano tiene características físicas de una mujer por lo que fácilmente se logra entender que es de la señora Rowland. Sostiene una taza, pero este elemento no solamente representa su desayuno («come, y bebe su café») sino que también se logra apreciar en el dibujo una mezcla de marrón (café) y rojo (sangre) dando a entender que sus propias palabras, que expresan ira (más aún luego de leer la carta) , fueron la causa del suicidio de su esposo, Alfredo. Es por ello que se derrama una gota de sangre que se dirige hacia la puerta, como elemento fundamental en la obra.
La puerta es el punto de comunicación entre los personajes, aunque la única que verbaliza es la señora Rowland, mientras que Alfredo se encuentra en la parte interna. Los espectadores desconocen el interior de esa habitación. Tampoco se sabe lo que él siente o piensa, ya que no lo exterioriza, y por eso es que dentro de la puerta el fondo es negro y Alfredo es solo una silueta.
En ningún momento se lo conoce físicamente, y en la obra solo se escucha un «gemido ahogado que se confunde con un bostezo».
El corazón rojo con una espada atravesándolo representa el suicidio, que en la obra se sugiere cuando «se escucha caer una silla y luego que se desploma pesadamente en el suelo y la señora Rowland «se detiene en el umbral, mirando el suelo del cuarto interior, transfigurada de horror».
Por su parte, Fabiana González y Camila Rodríguez, presentaron esta imagen:
Para realizar nuestra imagen conceptual de «Antes del desayuno», utilizamos la técnica del dibujo.
En la parte superior representamos a la señora Rowland como nosotros la imaginamos, a partir de la descripción que da O’Neill: «su rostro es impersonal, de facciones pequeñas y regulares y ojos extrañamente azules. En sus ojos, su nariz y su boca débil y rencorosa hay una expresión atormentada. Tiene poco más de veinte años pero parece mucho mayor».
Dibujamos a la misma en la parte superior ya que ella es el principal personaje, pero como no es el único personaje sino que su esposo también es clave, pusimos solamente la mitad de su rostro.
Por otra parte incluimos distintos objetos que son fundamentales en la trama de esta historia. Primero está la taza de café la cual O’Neill coloca en la escenografía: «la señora Rowland juega nerviosamente con una taza». Es porque la obra sucede a la hora del desayuno. Pero siendo la taza un recipiente, puede contener cualquier líquido, como por ejemplo ginebra salida de la botella que se encuentra más a la izquierda en el dibujo.
La ginebra, o el alcohol en general, es una de las principales causas del conflicto entre Alfredo y la señora Rowland, la cual «saca de su escondite detrás de los platos una botella de ginebra Gordon y un vaso (…) se sirve una buena cantidad y lo apura». Pero a su vez le reprocha a su marido: «¡En lindo estado viniste a casa! (…) ¿De qué te valió empeñar el reloj si solo querías dinero para derrocharlo en whisky? (…) ¡Mira cómo te tiembla la mano! Más vale que abandones la bebida. No puedes soportarla».
La libreta toda borroneada y llena de tachaduras representa el fracaso que es Alfredo como escritor, que también es uno de los conflictos principales, ya que esto los lleva a no tener dinero y vivir en la miseria: » te pasas días vagabundeando por ahí, escribiendo poemas y cuentos estúpidos, que nadie quiere comprar y me explico que no quieran ir a comprarlos» (…) «A ti, el hijo único del millonario Rowland, el egresado de Harvard, el poeta, el hombre notable del pueblo… ¡bah!» Los papeles arrugados también refieren al acto de amargura de romper y tirar todo aquello que le sale mal.
Por último, el derrame de alcohol sobre la libreta puede representar varias cosas: el desorden de la vida de estos personajes, es un aspecto. También, como es la libreta en la que escribe Alfredo, puede mostrar cómo sus pensamientos y sentimientos están ahogados, no solo por el alcohol, sino por todo lo que vive día a día y su conflicto interno, lo cual se demuestra en el desenlace de esta historia: «¡Alfredo! (se detiene en el umbral, mirando el suelo del cuarto interior, transfigurada de horror».
Las gotas de alcohol también se pueden entender como si fueran las gotas de sangre que la señora escucha caer, luego de que Alfredo se suicida».