Sobre la creación de «La novia robada», Onetti respondió a una entrevista, en mayo de 1970:
«No recuerdo cuándo escribí “La novia robada”. ¿De dónde viene ese cuento? Convendría hablarle de inspiración y trance y medium. Porque cada vez que mi amigo Sherlok Holmes le explicaba deducciones a Watson éste pensaba con desencanto: “Elementary Holmes”. En literatura todo es elementary hasta que se produce una reunión misteriosa que no necesita –ni soporta- más adjetivos. Era una niña muy hermosa que trabajaba o concurría a una embajada en Montevideo. Tuvo novio, se comprometió, hizo un viaje a Europa para comprar encajes, puntillas o lo que sea necesario para un vestido de novia. Cuando volvió, el prometido mostróse renuente. (Perdón: me divierte escribir en gallego y otros galleguean hasta conseguir un gran premio nacional y tal vez, de propina, un gallego joven.)
Cuando supe: -¿Y ahora? Laura Dolores se hará un uniforme de novia para ir a la embajada, para viajar en taxi, para recorrer vidrieras. Era un mal chiste; pero yo lo estuve viendo así. A esto se agrega la historia de una mujer que cincuenta años atrás se paseaba vestida de novia, en noches de luna llena, por el jardín de un caserón de Belgrano (R). En algún momento las cosas se juntaron y tuve que escribir el cuento de un tirón como se escriben todos los cuentos, aunque después se corrija, alargue o suprima».